Por otra parte, algunas de las razones por las cuales los alumnos se aburren en el aula, obedecen a la monotonía de la estructura de la clase, a que el alumnado no es capaz de asimilar la información aportada o la metodología del docente, que hace tediosa la enseñanza.
Conseguir que los alumnos se enganchen a las clases, dependerá de hacer que asuman un papel más activo dentro del aula, innovar cada día con nuevas cosas, cambiar de contextos didácticos o trabajar usando diferentes medios.
Las ventajas que podrían provocar la unión de la enseñanza tradicional y los juegos,serían la comprensión y memorización más rápida de la lección, mayor facilidad de captación de ideas y conocimientos al estar más atentos en clase o la seguridad que les aportaría obtener el control y dominio de las asignaturas.
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